El Suicidio: Podemos Prevenirlo Entre Todos

El suicidio se ha venido incrementando en la última década con una tasa promedio de 5.6 por cada 100.000 habitantes (9.1 para hombres y 2 para mujeres) para el año 2017. Según estudio del Instituto Nacional de Salud en Colombia, hubo una tendencia a disminuir los casos de suicidio entre 1999 y el año 2013, pero despúes los casos se incrementaron entre 2013 y 2017. Es más, podría pensarse que en sí no se habrían aumentado los casos, sino que se reporta un poco más este comportamiento autolesivo; sin embargo, lo más lógico es pensar que no solo se reporta o se conoce un poco más, sino que dicha conducta se ha venido incrementando últimamente por el incremento de las situaciones que lo provocan, como también de las enfermedades con las cuales está asociado, como: una mala situación económica, la pérdida del empleo, las enfermedades físicas y mentales incapacitantes, la violencia, el desplazamiento, el maltrato y el abuso tanto en adultos como en menores de edad, el consumo de sustancias y alcohol, entre otras situaciones desencadenantes.

Dentro de los métodos reportados se observa que los más utilizados para ejecutar el suicidio han sido el ahorcamiento en primer lugar, seguido de las lesiones con armas de fuego, luego la caída de alturas y, por último, las lesiones con armas cortantes y el envenenamiento, como los más frecuentes y conocidos.

Los factores asociados a este o que pueden ser considerados como detonantes son: la situación económica, las pérdidas de cualquier tipo, el consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas (adicciones), las enfermedades mentales, la violencia en general y las enfermedades que producen dolores crónicos. Como se puede ver, son muy variados los factores generadores o asociados a la conducta suicida; no obstante, todos estos factores llevan a que la persona manifieste, en general, síntomas depresivos que llaman bastante la atención. Si a estos síntomas depresivos no se les da la debida importancia, dichos síntomas se van incrementando poco a poco y van apareciendo las ideas autodestructivas que, normalmente, son manifiestas en las personas con depresión, pero que se pueden llegar a pasar por alto por parte de los familiares del paciente. Estas ideas autodestructivas se van incrementando hasta que el paciente llega a estructurar un plan de suicidio, para luego pasar a la ejecución del mismo.

Después de haber dicho todo esto, la parte más importante es que si se está pendiente de todos los síntomas que presenta el paciente afectado por una depresión y, además se le ofrece una adecuada y oportuna atención profesional por parte de un psiquiatra, dándole un tratamiento eficaz y haciéndole un seguimiento muy cercano tanto por parte del profesional como de su familia, el cuadro depresivo se puede resolver y evitar que la persona llegue a ejecutar la acción del intento y; por tanto, del suicidio. Cuando este intento se ejecuta, siempre ha pasado un tiempo suficiente para poderlo intervenir y evitarlo. Lo que sucede más frecuentemente es que no se le da la suficiente importancia a los síntomas de la persona que sufre del trastorno depresivo y, por ello, no se consultar a tiempo; además, por el estigma que se le da a la intervención psiquiátrica -“yo no estoy loco para ir al psiquiatra”-, se rechaza o por lo menos se aplaza dicha intervención, los síntomas avanzan y se llega al intento de suicidio o a la ejecución del mismo. Una norma médica es que a la persona que haga un intento, importante o nó, se le debe ofrecer atención psiquiátrica.

Si hablamos de prevención del suicidio, es importante prevenir también las causas que lo provocan o que están asociadas al mismo, como por ejemplo el abuso de drogas o alcohol, mantener una adecuada salud mental y física, evitar el maltrato, ofrecer una adecuada atención en salud mental a la población de mayor riesgo y culturizar más a la población para que acuda a solicitar los servicios de salud mental sin tantos prejuicios.

Es por esto que es muy importante que en nuestra sociedad empecemos a hablar abiertamente acerca de las enfermedades mentales, para que de está forma aprendamos sobre las mismas, comprendamos los síntomas, la necesidad de una atención oportuna y, así, quienes padecen de estas enfermedades puedan buscar una ayuda adecuada a tiempo. De igual forma, esto nos permitirá construir una sociedad comprensiva, donde creemos espacios seguros para quienes están buscando un bienestar mental. Recuerde que todos tenemos un papel importante en la prevención del suicidio. En caso de que usted presente alguna idea autodestructiva, tenga presente que nunca está solo, siempre puede encontrar un apoyo profesional en los diferentes especialistas de la Salud Mental y personas cercanas a usted. Si usted ha identificado que algún ser querido presenta algún síntoma por más mínimo que parezca, no los ignore, muestrele su apoyo e inmediatamente busque ayuda de un profesional de la Salud Mental; usted le puede salvar la vida.

Elaborado por:Dr. Germán Duarte Hernández

Médico Psiquiatra